La importancia de la detección universal a los 4 años

La Organización Mundial de la Salud cree que una pequeña parte de los y las estudiantes, el 3%, podrían tener altas capacidades intelectuales. De todos modos, hay expertos que dicen que ese pequeño porcentaje es mucho mayor si se habla de toda la población estudiantil.

Jugatx Larrakoetxea, una estudiante de 12 años y con alta capacidad intelectual, está en segundo de la ESO cuando debería estar en primero. No se aburre en clase, pero es notable que su capacidad de comprensión superior a la de sus compañeros. Lo que a ella le lleva 5 minutos entender algo, sus compañeros necesitan dos o tres explicaciones para entenderlo. 

Su padre, Aitor Larrakoetxea, afirma que se daba cuenta de las preguntas y evolución de su hija, ya que a los 4 años hizo un informe de aceleración. ‘No hay que insistir en las notas, sino en establecer una rutina de trabajo’ remarca.

Elisa Álvarez, experta en altas capacidades del centro INTERAC de Bilbao, dice que para detectar estas capacidades efectivamente es pasando una serie de pruebas. Niega que haya características comunes entre las personas con altas capacidades intelectuales, es decir, que cada portador y portadora de estas capacidades es único o única. Afirma que hay un ‘alto nivel de singularidad’, ‘es un grupo heterogéneo’. Hablamos del 30% de los estudiantes que son poseedores de estas capacidades intelectuales superiores a las del otro 70%.

Es muy importante que se detecten estas habilidades a los 4 años, ya que alrededor de los 8-9 años se da el síndrome del Pigmalion negativo, es decir, que los niños o niñas no muestran sus habilidades porque no consiguen los resultados que desean.

La viceconsejera de Educación del Gobierno Vasco, Maite Alonso, dice que en el plan del Gobierno Vasco para estos niños y niñas tiene 5 objetivos, uno de ellos ‘hacer entender a la comunidad que estos niños y niñas necesitan respuestas específicas’.