Las promesas de la nueva reforma educativa y sus contradicciones presupuestales para 2020
INSTITUTO JOSÉ VASCONSELOS 
icono de búsqueda de contenidos
INSTITUTO JOSÉ VASCONSELOS

Las promesas de la nueva reforma educativa y sus contradicciones presupuestales para 2020

Marco Antonio Fernández • Noemí Herrera • Fiorentina García | 20 oct 2020

En 10 meses de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, la promesa de transformar la educación se ha traducido en una nueva reforma educativa, con cambios al Artículo Tercero constitucional y ahora, en una discusión de la legislación secundaria que busca aterrizar con mayor detalle los ejes de los cambios prometidos. Destacan el reconocimiento de la educación inicial como un derecho de la niñez y su carácter obligatorio junto con los otros niveles educativos, además de contemplar también la obligatoriedad de educación superior. La reforma promete una educación inclusiva, con equidad de oportunidades y de excelencia. Asimismo, se señala que en las escuelas de educación básica de alta marginación se impulsarán acciones para mejorar las condiciones de vida de los educandos, con énfasis en las de carácter alimentario. Además, para poder hacer una realidad la obligatoriedad de la educación superior, el texto constitucional establece en el Artículo Décimo Quinto transitorio la creación de un fondo federal especial que “asegure a largo plazo los recursos económicos necesarios para garantizar la provisión de los servicios, así como la infraestructura.”

En el proyecto de presupuesto para 2020, el gobierno de la 4T propone aumentar los recursos federales destinados a la educación en uno por ciento con respecto a lo aprobado en 2019. Con un presupuesto de 807.3 mil millones de pesos (mdp) —equivalente al 13.2% del presupuesto total— esta administración planea cumplir con sus compromisos educativos recientemente adquiridos. Sin embargo, existen discrepancias entre las promesas y los recursos propuestos en múltiples rubros para llevarlos a buen puerto (ejemplo, en relación con profesionalización docente y formación de habilidades).

Por un lado, el otorgamiento de becas universales —en particular para educación media superior— es el rubro prioritario de la propuesta presupuestal en materia educativa. Los programas con esta finalidad suman 163.6 mil mdp, lo que significa que el 50% de los recursos de la SEP se dirigirán a esta finalidad.  La inversión en este rubro, sin duda es importante para reducir el costo que implica asistir a la escuela para algunos alumnos y ciertamente su aumento puede ser considerada como una buena noticia. Sin embargo, ¿es la inversión que se necesita para asegurar que los jóvenes no abandonen la escuela y, sobre todo, esto ayudará a que adquieran los aprendizajes y habilidades necesarias para continuar su trayectoria educativa y obtener un buen empleo?  Las evaluaciones que se han hecho de distintos programas de becas apuntan a su efecto muy limitado o nulo para evitar el abandono escolar o mejorar aprendizajes. El abandono —como se ha demostrado en diversos estudios— es provocado no sólo por razones económicas, sino principalmente por problemas de deficiencias académicas de años escolares previos que llevan a reprobación y frustración de alumnos que deciden abandonar sus estudios. También importan factores fundamentales como que en muchas ocasiones los jóvenes no tienen información suficiente sobre la importancia de seguir estudiando, encuentran sus clases tediosas, no encuentran interacciones adecuadas y deciden truncar su formación educativa. Estos problemas no se resuelven únicamente con becas universales, sino requieren de políticas que atiendan las deficiencias pedagógicas referidas, problemas tales como el embarazo juvenil y la falta de interés para seguir estudiando. De no acompañarse de medidas complementarias, pese a su incremento sustantivo, se puede repetir que sus beneficios educativos sean limitados, como ocurrió con los incrementos de becas promovidos por los anteriores gobiernos.

Por el otro, el desarrollo de habilidades es el rubro más castigado de este proyecto. Para 2020 se propone destinar 11.2 mil mdp, apenas el 3.5% del presupuesto a cargo de la SEP y 33.7% menos respecto a lo aprobado para 2019. En un país donde el 59% de los alumnos no cuentan con los conocimientos básicos de matemáticas de acuerdo con el examen PLANEA 2018 ¿es lógico recortar el presupuesto de programas cuyo objetivo es mejorar dichos conocimientos? Este recorte además va en sentido contrario de la promesa incorporada al texto constitucional de que se buscará que la educación sea de excelencia, entendida como el mejoramiento integral constante que promueve el máximo logro de aprendizaje de los educandos, logro que a la luz de los resultados referidos de PLANEA y de pruebas como PISA, está muy lejos de ser una realidad del sistema educativo nacional.

Temas relacionados:

Opiniones de este contenido

Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.




 No hay opiniones. Sé el primero en escribir.


Escribe tu comentario
* Datos requeridos
Título *
Contenido *
Tu nombre *
Tu email *
Tu sitio web
 
Te recomendamos...
Quantum computing SPanish Association in INformatics
https://press.parentesys.com/50503/
VTC News
https://press.parentesys.com/2883/
MEXICO EN EL PUEBLO
https://press.parentesys.com/46514/
El Hermes
https://press.parentesys.com/30401/
Mi Periódico Digital
https://press.parentesys.com/1/