Depresión como trastorno y sus posibles terapias
El término depresión surgió a mediados del siglo XIX, para referirse a una alteración primaria de las emociones cuyos rasgos más sobresalientes reflejaban daño, inhibición y deterioro funcional.
En 1980 se publica el DSM-III, donde por primera vez se incorpora el diagnóstico de depresión mayor.
Es un padecimiento que va en aumento y afecta a personas de todas las edades, debemos tener en cuenta que la depresión es una alarma potencial que nos da aviso de alerta máxima, puesto que hace su aparición en la adolescencia cada vez más frecuentemente, lo que conlleva este sentimiento, baja autoestima y un aumento de la autocrítica y los niveles de perfeccionismo de tristeza, melancolía, estado de ánimo bajo y soledad.
Por otra parte cuando se presenta este trastorno mental la persona piensa en el suicidio, lo cual afecta al núcleo que lo rodea especialmente el entorno familiar, así mismo se siente desesperanza, disminución del interés por actividades o incapacidad de disfrutar actividades que antes eran sus favoritas.
La OMS define la depresión como trastorno mental frecuente que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración (Villar, 2018).
Históricamente, el análisis del constructo depresión ha considerado dos modelos comprensivos:
El unitario
Plantea que la depresión es el resultado de una vía final común psicobiológica, independientemente de sus causas o desencadenantes, indica que la depresión es una entidad única que varía sólo en función de su dificultad.
El modelo binario
Considera dos subtipos de depresiones, cada una con mecanismos de origen o causa del desarrollo de una patología diferente, las endógenas psicóticas, y las neuróticas reactivas. La depresión no melancólica se presenta en el contexto donde se incluyen los trastornos de ansiedad y los trastornos de personalidad.
(Sigmund Freud, 1920) Distinguió por primera vez los dinamismos psicológicos que subyacen a las reacciones afectivas de duelo y los síntomas de la depresión melancólica, indicando que lo característico de la melancolía es una pérdida de la autoestima.
https://www.youtube.com/watch?v=8QQ5EyDoiEQ
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