Facebook, WhatsApp, Twitter e Instagram, palabras que hace 20 años una persona no conocía, hoy forman parte de nuestro día a día. Estos cuatro nombres no son nada más que las cuatro redes sociales más utilizadas a nivel mundial,Como se mencionó anteriormente, las redes sociales, con el pasar del tiempo, se fueron constituyendo en un pilar fundamental en la comunicación humana, tanto que hoy en día los medios de comunicación tradicionales tuvieron que mutar también a estas plataformas para tener mayor alcance, dando cada vez más importancia a las mismas.
Ventajas de estas plataformas hay muchas, como la democratización de información y noticias de alta relevancia. Por ejemplo, los grupos que, históricamente no tuvieron voz por restricciones financieras, hoy son capaces de generar y desarrollar criterios de alta calidad. Dentro de las desventajas se encuentra la creación de un ambiente abarrotado de confusión y poca regulación, lo cual puede desembocar en fake news (traduciendo al español “noticias falsas”) que, gracias a algoritmos inteligentes de estas plataformas, pueden viralizarse a una velocidad increíble.
¿Qué tanto puede influenciar una noticia falsa? Pues, eso es fácil de contestar basándonos en hechos, teniendo como ejemplo Tailandia el año 2016, cuando en la red social Facebook la plataforma más utilizada en dicho país se publicó una noticia sobre una supuesta alerta de bombardeo; en dicho reporte no se especificaba cuándo ni dónde se realizaría. A pesar de la insistencia de los medios de comunicación formales, esta noticia causó confusión y pánico en la población tailandesa repercutiéndose en un pánico colectivo. Otro ejemplo que podemos tener es el año 2017, en Filipinas, cuando se atribuyó a ISIS la responsabilidad del asesinato de un jugador de casino, esto llevo consigo toda una investigación profunda que culminó con la falta de pruebas para si quiera conectar la muerte con esta organización.
A raíz de estos acontecimientos, muchos gobiernos están uniendo fuerzas para luchar en contra de ellos y así poner un freno. Con este fin, en 2018, la Unión Europea comenzó un proceso mundial para regularizar la promulgación de información en plataformas sociales como Google, Twitter y Facebook, amenazando con tomar medidas extremas como lo hizo China prohibiendo su uso en su territorio.
Vivimos en un mundo globalizado, en el que el contenido se propaga de forma rápida sin importar fronteras o culturas. Esto es bueno si se trata de noticias verdades con fuentes verificadas pero si es el caso de una noticia que pretende engañar al usuario para conseguir un objetivo concreto puede resultar en un grave problema.
A continuación, ponemos a tu disposición algunos consejos para no caer en la farsa de las fake news en redes sociales.
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