La protesta, convocada desde las redes sociales, se dio el viernes 4 de diciembre del presente año, donde cientos de civiles levantaron sus voces y pancartas con frases tales como “Renuncia Piñera”, “Libertad a los presos políticos de la revuelta”, “Patrañas judiciales, compañeros a la calle”, entre otras. Dicho disgusto con el presidente chileno ya tiene tiempo, pero se agudizó el año pasado, producto de la disconformidad de las personas con su régimen político, causando una gran manifestación en la que 5084 personas resultaron detenidas, acusadas de desorden público, saqueos, violencia institucional, incendios y atentados contra estaciones del Metro. Del total de detenidos, 725 ya han sido sentenciados y 648 aún se encuentran en prisión preventiva, según un informe del sitio web de la Fiscalía Nacional de Chile.
Los manifestantes avanzaron por la céntrica avenida Alameda-- también se registraron protestas en las ciudades de Concepción, Antofagasta y Valparaíso -, algunos de ellos lanzaron piedras, palos y fuegos artificiales a la Policía, que se encontraba protegiendo la Casa de Gobierno y dispersando a grupos de personas encapuchadas con la ayuda de gases y carros lanza – agua. Incluso se presentaron los Carabineros (policía que integra la Fuerzas de Orden y Seguridad), que según la Prefectura Santiago Central de Carabineros del país tuvieron que intervenir después de que algunos protestantes “ocasionaran desórdenes”.
Como todo enfrentamiento violento, los resultados no fueron buenos; muchas personas terminaron afectadas por los químicos, vomitando en las esquinas y desmayándose, según constato la agencia AFP. Asimismo, los ciudadanos denunciaron, a través de las redes sociales, que las fuerzas del orden lanzaron agua con químicos desde los tanques, causando quemaduras en la piel de los participantes de la protesta.
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