El acoso escolar
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El acoso escolar

¿Cómo afecta a los niños el acoso escolar?

Equipo 8 | 8 ene 2021


¿Que es el bullying? 

Se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u otros.

Es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre estudiantes de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado tanto en el aula, como a través de las redes sociales, con el nombre específico de ciberacoso.? Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en la clase y en los patios escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia, siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.

Este tipo de violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte (ya sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente) que aquella. El sujeto maltratado queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas; es común que el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana. En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio e incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento hacia las personas sin límite de edad.

 

 

Cómo los padres, maestros y niños pueden evitar la intimidación o acoso escolar:


Maestros y administradores escolares
Estar informados y alertas: Los maestros y administradores deben estar conscientes de que si bien el acoso ocurre generalmente en sitios como los baños, el patio de juegos, los pasillos llenos de personas y los autobuses escolares, además sucede con teléfonos celulares y computadoras (donde existe poca o ninguna supervisión); debe ser tomado muy en serio. Los maestros y administradores deben enfatizar que informar no es delatar. Si un maestro observa un caso de intimidación en el aula, debe intervenir inmediatamente para impedirlo, reportar el incidente e informar a los administradores escolares correspondientes para que sea investigado.

 No es recomendable realizar una reunión conjunta con el acosador y el acosado, pues sería vergonzoso e intimidaría enormemente al estudiante que ha sido objeto del abuso.
Participación de estudiantes y padres: Es necesario que los estudiantes, así como los padres, formen parte de la solución, y participen en equipos de seguridad y grupos especiales contra la intimidación escolar. Los estudiantes pueden informarles a los adultos acerca de lo que está ocurriendo realmente, y también mostrarles las nuevas tecnologías que se utilizan para la intimidación. Los padres, maestros y administradores escolares pueden contribuir a que los alumnos adopten un comportamiento positivo, y enseñarles cómo intervenir en un caso de abuso. Los estudiantes de más edad pueden ser mentores e informarles a los más jóvenes con respecto a prácticas seguras de navegación por la Internet.

Crear expectativas positivas con respecto al comportamiento de estudiantes y adultos: Las escuelas y aulas deben ofrecerles a los estudiantes un entorno seguro de aprendizaje. Los maestros y entrenadores deben recordarles explícitamente a los alumnos que el acoso escolar es inaceptable, y que ese tipo de comportamiento tendrá las consecuencias correspondientes. Los maestros y administradores deben crear un documento en contra del acoso, y pedirle a cada alumno, así como a sus padres/tutores, que lo firmen y entreguen en la oficina, para que comprendan la gravedad que implica un caso de intimidación. Además, a los estudiantes que confrontan dificultades para adaptarse o tener amigos, se les pueden facilitar amistades o darles “trabajo” a la hora del almuerzo y el receso, para que no se sientan aislados ni corran peligro de convertirse en víctimas de acoso.
Padres de niños acosados: 
Observe la actitud de su hijo para detectar señales de acoso: No siempre los niños son propensos a decir que los están intimidando. Entre las señales de que un niño está siendo acosado figuran: ropa desgarrada, temor a ir a la escuela, disminución del apetito, pesadillas, llanto o depresión y ansiedad general. Si descubre que su hijo es objeto de acoso, no recurra a frases como “no le hagas caso” ni “aguanta sin quejarte”. Por el contrario, sostenga conversaciones abiertas en las que pueda enterarse de lo que ocurre en la escuela con el fin de tomar medidas apropiadas para rectificar esa situación. Pero esto es lo más importante: hágale saber a su hijo o hija que está dispuesto a ayudarle y que no intente contraatacar al acosador. Enséñele a su hijo a hacerle frente al acoso: Mientras no se pueda tomar alguna medida a nivel administrativo, enséñele a su hijo a hacerle frente a la intimidación sin exponerse a ser maltratado físicamente ni derrotado en una pelea.

Practiquen en casa para que su hijo aprenda a ignorar al acosador y/o crear estrategias enérgicas a fin de manejar la situación. Ayude a su hijo en la identificación de maestros y amigos que pudieran ayudarlo en caso de ser víctima de intimidación. Establezca los límites con respecto a la tecnología: Manténganse informados, tanto usted como sus hijos, acerca del acoso cibernético, e incúlqueles a sus hijos que no deben responder mensajes amenazadores, ni tampoco reenviarlos. Hágase “amigo” de su hijo o hija en Facebook o Myspace, y active los filtros adecuados en su computadora. Además, trate de que la computadora familiar sea la única que usen sus hijos, y colóquela en un sitio de la casa donde esté visible y pueda ser supervisada. Si decide darle a su hijo un teléfono celular, analice con cuidado antes de permitirle que use la opción de cámara.

Además, comuníquele que va a supervisar sus mensajes de texto. Como padre, usted puede insistir en que los teléfonos se guarden en un área donde todos tengan acceso (como la cocina) a determinada hora de la noche, para impedir el acoso nocturno y los mensajes inadecuados. Los padres deben reportar el caso de intimidación en la escuela, y darle seguimiento por medio de una carta con copia al Superintendente Escolar si su pesquisa inicial no recibe respuesta. Los padres deben reportar a la policía los mensajes amenazadores y guardar las evidencias pertinentes de los mensajes de texto, de correo electrónico, o los comentarios colocados en los sitios web.

 

¿Qué es el ciberacoso en niños?

Como ciberbullying o ciberacoso se entiende como el uso y difusión de información, real o ficticia, con intención de hacer daño o difamar a través de Internet. Se trata de un tipo de acoso que se realiza a través de medios digitales como el correo electrónico, los sms, los chats, redes sociales o cualquier otra plataforma electrónica de difusión de contenidos.

El ciberbullying afecta a personas de cualquier edad y condición, incluso a los niños, a quienes en ocasiones se hostiga y ataca a través de los medios electrónicos de las siguientes formas:

- El menor recibe insultos, amenazas o es objeto de mofas y cotilleos, en ocasiones falsos, de otros menores.

El ciberbullying suele llevar paralela una acción de acoso en la vida real, que tiene como extensión el acoso virtual, sin embargo, también puede darse el segundo caso en exclusiva. 

- Este tipo de acoso a través de plataformas digitales hace que otros muchos sean testigos de las vejaciones, acoso y hostigamiento de la víctima. Se trata de humillar al niño frente a una audiencia.

- El acosador se esconde tras un nick o el anonimato que le proporciona Internet.

 

"Las 5 medidas para evitar el ciberbullying"

1. Hablar y fomentar la confianza
La transparencia, la información y la confianza pueden ayudar mucho a evitar que hijos, hermanos y otros menores que conozcamos caigan en el ciberbullying.

2. Cuidar la privacidad
Uno de los principales conceptos que hay que hacer entender a los jóvenes usuarios de la Red es el de la privacidad, así como alertarles de los riesgos que puede suponer sobreexponerla.

3. No caer en rumores
Entre los peligros más comunes de la Red está la circulación de rumores; es decir, rumores y noticias falsas que pueden poner en riesgo la privacidad e intimidad de los que lo reciben. 


4. Vigilar la privacidad
Una clave para emplear las plataformas digitales con responsabilidad es tener en cuenta que, una vez que se envía un archivo, el propietario pierde el control del mismo

5. Emplear los recursos y herramientas para denunciar
La mejor respuesta al ciberbullying no es la violencia ni contrarrestar con el mismo ataque. Al contrario de ello, tanto los afectados por este acoso como los que lo presencian lo que deben hacer es denunciar y alertar a los organismos correspondientes (Policía, la propia escuela, moderadores de redes sociales y plataformas, etc.)

 

 

"Señales de alerta de acoso en niños pequeños"
Tal vez las autoridades del colegio no consideraron que en niños tan pequeños pudiera darse una situación de acoso, pero a esas edades ya pueden darse algunas señales particulares, aparte de los que pueden darse a cualquier edad, como por ejemplo:

- Rechaza ir al colegio o hacer excursiones o actividades en grupo.
- Hace comentarios sobre que un niño le molesta o que “fulanito” ya no es su amigo. (Aunque este es un comportamiento habitual entre niños pequeños).
- Se quejan de dolor de cabeza o de barriga sin motivo aparente.
- Comienza a aislarse del grupo, se aparta en una esquina, no participa.
- Emite opiniones negativas sobre sí mismo: “soy tonto”, “soy feo”
- Se vuelve introvertido y tímido.
A estas edades es difícil detectarlo, ya que los niños están aprendiendo a relacionarse con los demás y es frecuente que peleen, discutan e incluso peguen. Sin embargo, cuando estos comportamientos son reiterados y van dirigidos siempre al mismo niño, es una señal de alerta que no se puede pasar por alto. Qué hay detrás de un niño acosador:

- No debemos olvidar que hablamos de niños pequeños que pueden estar viviendo circunstancias especiales que le lleven a actuar de la misma forma con sus compañeros.

- El niño recibe un mal ejemplo de padres, familiares u otras personas de su entorno.
- Exposición a vídeos o programas de televisión con mensajes negativos.
- Desensibilización hacia el dolor ajeno, falta de empatía.
- Aceptación cotidiana de la violencia.
- Como padres, no debemos permitir jamás que un niño se burle de otro ni mucho menos el uso de la violencia. Aunque son espontáneos y puede que no lo hagan con mala intención, es esencial enseñarles desde pequeños a ser tolerantes, empáticos y respetar a los demás. Y por supuesto, educar con el ejemplo.


Bullying emocional o psicológico

Las manifestaciones con las cuales se presentan puede ser la intimidación y descalificación para desestabilizar a un individuo.
Tiene el propósito de lastimar, atemorizar, amedrentar, acobardar, empequeñecer, acorralar, someter, dominar, provocar, marginar y bajar su autoestima.
Hace que se distorsione su autopercepción, debilita de forma paulatina su personalidad y a futuro tiene un impacto desfavorable en su vida adulta.

Es curiosa la confusión que tenemos los padres con el tema del acoso o bullying. Muchos creen que las situaciones de acoso son activas y consisten en intimidar o atacar personalmente a alguien bien con palabras o con violencia física, pero pocos conocen que "pasar de alguien" es también acoso. Y es precisamente esta marginación la que acaba con la autoestima de muchos niños en el colegio.
Entendemos por acoso escolar cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.

El perfil de niño o niña que acosa tiene unas características que en muchas ocasiones coinciden, y del mismo modo pasa con el candidato a ser acosado y acosada. Es por ello por lo que, desde casa, es importante cuidar ciertos valores que ayuden a evitar el acoso.
¿Cuál sería la solución contra el acoso? Las amonestaciones, las amenazas de expulsión y los castigos no suelen intimidar a los acosadores, que cuentan con el respaldo de los amigos. En la mayoría de los casos, estas situaciones pasan desapercibidas para profesores y padres, debido a que los niños las padecen en silencio y con temor. Resultar ser un chivato podría ser todavía peor. Por tanto, la detección precoz por parte de los demás es fundamental para poner freno a estas situaciones. 

Temas relacionados:

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